Sellar la paz con una hamburguesa

 

Alto el fuego en la "“guerra de hamburguesas": Burguer King ha propuesto a McDonalds firmar la paz en la batalla que sostienen ambas empresas hace años por la venta de comida rápida.

 

 

El McWhopper -que es como se llamaría el invento comestible que rubricaría la paz entre los gigantes de comida basura- llevaría los ingredientes más exitosos de las hamburguesas más famosas de cada una de las marcas. Sería una mezcla de lo mejor de cada una de ellas. Un producto único, que sólo se serviría un día concreto y en un restaurante específicamente creado para la ocasión en la ciudad de Atlanta (Estados Unidos): celebrar el Día de la Paz.

 

 

 

¿Una propuesta sincera? ¿Una estrategia de acercamiento al principal rival en ventas? ¿Una cuidada acción de marketing para acaparar titulares y conseguir publicidad gratuita?

 

Una de esas noticias que parecen una inocente broma para tomar el pelo al lector. Una información de las que no podemos creer hasta que no la leemos impresa negro sobre blanco, publicadas en los medios de comunicación. LEER para creer.

¿Superará Dismaland a Disneyland?

"Un parque temático familiar para anarquistas principiantes". Con este provocador gancho anuncia Banksy la inauguración de Dismaland, que a partir de hoy puede visitarte en una localidad costera del oeste de Inglaterra.

Dismaland cuenta con todo lo que un parque temático ha de tener: el castillo, la noria, las atracciones típicas de feria. Sin embargo, Banksy le ha dado su toque original al convertirlo en una clara parodia del mundo de Disney (la muerte conduce los coches de choque o las barcas del embarcadero van llenas de refugiados que intentan alcanzar el sueño "europeo").

 

La provocación del artista urbano es tal que tiene el éxito de visitantes asegurados; aunque sólo sean las decenas de curiosos que querrán comprobar en primera persona hasta dónde ha llegado en su parodia a los estudios de producción de fantasía más famosos del mundo.

Está claro que la vida no es un cuento de hadas; y la obra de Banksy nos lo demuestra.

web oficial del nuevo parque temático

 

MÁS DE 1.300 EUROS POR UNA ENTRADA

http://www.abc.es/cultura/arte/20150827/abci-bansky-entrada-dismaland-miltrescientos-201508261917.html

LEER PARA CREER

Leer para creer. Hay noticias inimaginables del todo. A diario leo en los periódicos informaciones insólitas que sólo creo porque leo. Al leerlas en papel, impresas negro sobre blanco, me doy cuenta de que son verdad. Aunque, a priori, a mí me cuesta imaginarlas.

La Vanguardia nos informa hoy de unos hechos que tienen lugar en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Los pilotos denuncian que algún energúmeno se dedica a molestarles con un puntero láser cuando realizan maniobras de aterrizaje. ¿En qué está pensando alguien que se dedica a este tipo de "broma" pesada, que pone en peligro la vida de cientos de personas? Al parecer, la cercanía de la playa propicia que los "gamberros" se escondan en la arena para realizar esta arriesgada "chiquillada".

Según Aena, "la aproximación a un aeropuerto requiere de un grado de concentración muy elevado para que el avión aterrice en la pista asignada y cualquier distracción puede tener "consecuencias graves" por lo que el uso de un dispositivo láser contra la cabina de la aeronave supone un claro riesgo contra la seguridad aérea".

En países como Estados Unidos, cosas así están penadas con cárcel. ¿No se acuerdan estos "bestias" del vuelo 5022 de Spanair?

El salario emocional

Los empleados contentos son más productivos. Una subida de sueldo no es la demanda más importante que reivindican los trabajadores. Jornadas con horarios compatibles con la familia, flexibilidad a la hora de entrar y salir para solucionar imprevistos, los cheques guardería, plaza de aparcamiento en la oficina o instalaciones "amigas" (con gimnasio, sala de relax o cafetería) son algunas de las peticiones que más demandan los empleados en las encuestas de comunicación interna.

Es lo que los expertos denominan como "salario emocional". No todo se basa en cobrar más y más a fin de mes. No todo es cuestión de dinero. Los empleados aprecian más un gesto humano de la empresa en momentos personales difíciles, por ejemplo; o formación continúa (ya sea en idiomas, informática o en el perfeccionamiento de la especialidad que desempeñamos en nuestro puesto de trabajo).

Un buen clima de trabajo, un buen ambiente laboral, no se paga con dinero. El empleado contento defenderá 24 horas al día a su empresa, al sentirse parte de ella. El empleado contento velará siempre por el interés de su compañía; arrimará el hombre en época de "vacas flacas" al sentir que algo suyo está en juego. El empleado contento faltará menos a trabajar; con lo que la empresa perderá menos dinero en absentismo laboral. 

Por supuesto que hay que aplicar subidas económicas periódicas. Premios que pongan de manifiesto que la empresa está satisfecha con uno; está claro que todo el mundo trabaja por dinero. El "salario emocional" puede ser fundamental en épocas de crisis, cuando toca apretarse el cinturón y congelar salarios. Los empleados aceptarán de mejor grado ese arrimar el hombre en términos económicos, que la empresa les pide hasta que las cuentas se recuperen un poco. 

El caso Iberdrola es un buen ejemplo de ello.
El País lo cuenta aquí.